La RSC después de la pandemia
El papel de la RSC, en definitiva, del concepto de la sostenibilidad, tendrá que enfrentarse a la priorización del interés económico y la necesidad generada por la futura crisis.
Si la RSC sirve para conectar los intereses de las empresas con las expectativas de la sociedad, habrá que preguntarse ahora cuáles son dichas expectativas. Es posible que la sociedad tarde un tiempo en esclarecer dichas necesidades que en una primera reflexión y análisis de medios pueden ser las siguientes:
- Los trabajadores propios primero; distanciamiento social dentro de las empresas, reorganización del trabajo, EPIs, etc. Una empresa no necesitará realizar una labor hacia afuera para ser responsable, bastará con que cumpla unos requisitos y unos objetivos internos de seguridad que garanticen la actividad y salud de sus trabajadores.
- Cadena de valor; reforzar la cadena por medio de un rediseño de su propio servicio o producto de cara a la necesidad predominante. Ya no basta consumir por consumir, queremos consumir lo necesario y que llegue a todos.
- Nadie se queda atrás ni siquiera los que siempre se quedan detrás. Confinados en nuestras casas los favorecidos pensaron más en los desfavorecidos y las necesidades perennes en todas las estaciones de la historia humana parecieron brotar a los ojos de todos.
Por otro lado, cualquier empresa querrá disponer de una acción RSC llamativa y enfocada a la salud que será blanco predilecto de los numerosos proyectos de redención de todos aquellos sectores que siempre la miraron por encima del hombro. No hay que olvidar la educación, pilar fundamental para prevenir conductas e ideologías abocadas al fracaso.